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        如何學(xué)習(xí)西班牙語:西班牙語閱讀《總統(tǒng)先生》(8)

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            《總統(tǒng)先生》(西班牙留學(xué)網(wǎng)xibanya.liuxue86.com)
            El titiritero del Portal
            A las detonaciones y alaridos del Pelele, a la fuga de Vásquez y su amigo, mal vestidas de luna corrían las calles por las calles sin saber bien lo que había sucedido y los árboles de la plaza se tronaban los dedos en la pena de no poder decir con el viento, por los hilos telefónicos, lo que acababa de pasar. Las calles asomaban a las esquinas preguntándose por el lugar del crimen y, como desorientadas, unas corrían hacia los barrios céntricos y otras hacia los arrabales. ¡No, no fue en el Callejón del Judío, zigzagueante y con olas, como trazado por un borracho! ¡No en el Callejón de Escuintilla, antaño sellado por la fama de cadetes que estrenaban sus espadas en carne de gendarmes malandrines, remozando historias de mosqueteros y caballerías! ¡No en el Callejón del Rey, el preferido de los jugadores, por donde reza que ninguno pasa sin saludar al rey! ¡No en el Callejón de Santa Teresa, de vecindario amargo y acentuado declive! ¡No en el Callejón del Consejo, ni por la Pila de La Habana, ni por las Cinco Calles, ni por el Martinico...!
            Había sido en la Plaza Central, allí donde el agua seguía lava que lava los mingitorios públicos con no sé qué de llanto, los centinelas golpea que golpea las armas y la noche gira que gira en la bóveda helada del cielo con la Catedral y el cielo.
            Una confusa palpitación de sien herida por los disparos tenía el viento, que no lograba arrancar a soplidos las ideas fijas de las hojas de la cabeza de los árboles.
            De repente abrióse una puerta en el Portal del Señor y como ratón asomó el titiritero. Su mujer lo empujaba a la calle, con curiosidad de niña de cincuenta años, para que viera y le dijera lo que sucedía. ¿Qué sucedía? ¿Qué habían sido aquellas dos detonaciones tan seguiditas? Al titiritero le resultaba poco gracioso asomarse a la puerta en paños menores por las novelerías de doña Venjamón, como apodaban a su esposa, sin duda porque él se llamaba Benjamín, y grosero cuando ésta en sus embelequerías y ansia de saber si habían matado a algún turco empezó a clavarle entre las costillas las diez espuelas de sus dedos para que alargara el cuello lo más posible.
            —¡Pero, mujer, si no veo nada! ¡Cómo querés que te diga! ¿Y qué son esas exigencias?
            —¿Qué decís?... ¿Fue por onde los turcos?
            —Digo que no veo nada, que qué son esas exigencias...
            —¡Hablá claro, por amor de Dios!
            Cuando el titiritero se apeaba los dientes postizos, para hablar movía la boca chupada como ventosa.
            —¡Ah!, ya veo, esperá; ¡ya veo de qué se trata!
            —¡Pero, Benjamín, no te entiendo nada! —y casi jirimiqueando—. ¿Querrés entender que no te entiendo nada?
            —¡Ya veo, ya veo!... ¡Allá, por la esquina del Palacio Arzobispal, se está juntando gente!
            —¡Hombre, quitá de la puerta, porque ni ves nada —sos un inútil— ni te entiendo una palabra!
            Don Benjamín dejó pasar a su esposa, que asomó desgreñada, con un seno colgando sobre el camisón de indiana amarilla y el otro enredado en el escapulario de la Virgen del Carmen.
            —¡Allí... que llevan la camilla! —fue lo último que dijo don Benjamín.
            —¡Ah, bueno, bueno, si fue allí no más!... ¡Pero no fue por onde los turcos, como yo creía! ¡Cómo no me habías dicho, Benjamín, que fue allí no más; pues con razón, pues, que se oyeron los tiros tan cerca!
            —Como que vi, ve, que llevaban la camilla —repitió el titiritero. Su voz parecía salir del fondo de la tierra, cuando hablaba detrás de su mujer.
            —¿Que qué?
            —¡Que yo como que vi, ve, que llevaban la camilla!
            —¡Callá, no sé lo que estás diciendo, y mejor si te vas a poner los dientes que sin ellos, como si me hablaras en inglés!
            —¡Que yo como que ve...!
            —¡No, ahora la traen!
            —¡No, niña, ya estaba allí!
            —¡Que ahora la traen, digo yo, y no soy choca!, ¿verdá?
            —¡No sé, pero yo como que vi...!
            —¿Que qué...? ¿La camilla? Entendé que no...
            Don Benjamín no medía un metro; era delgadito y velludo como murciélago y estaba aliviado si quería ver en lo que paraba aquel grupo de gentes y gendarmes a espaldas de doña Venjamón, dama de puerta mayor, dos asientos en el tranvía, uno para cada nalga, y ocho varas y tercia por vestido.
            —Pero sólo vos querés ver... —se atrevió don Benjamín con la esperanza de salir de aquel eclipse total.
            Al decir así, como si hubiera dicho ¡ábrete, perejil!, giró doña Venjamón como una montaña, y se le vino encima.
            —¡En prestá te cargo, chu-malía! —le gritó. Y alzándolo del suelo lo sacó a la puerta como un niño en brazos.
            El titiritero escupió verde, morado, anaranjado, de todos colores. A lo lejos, mientras él pataleaba sobre el vientre o cofre de su esposa, cuatro hombres borrachos cruzaban la plaza llevando en una camilla el cuerpo del Pelele. Doña Venjamón se santiguó. Por él lloraban los mingitorios públicos y el viento metía ruido de zopilotes en los árboles del parque, descoloridos, color de guardapolvo.
            —¡Chichigua te doy y no esclava, me debió decir el cura, ¡maldita sea tu estampa!, el día que nos casamos! —refunfuñó el titiritero al poner los pies en tierra firme.
            Su cara mitad lo dejaba hablar, cara mitad inverosímil, pues si él apenas llegaba a mitad de naranja mandarina, ella sobraba para toronja; le dejaba hablar, parte porque no le entendía una palabra sin los dientes y parte por no faltarse al respeto de obra.
            Un cuarto de hora después, doña Venjamón roncaba como si su aparato respiratorio luchase por no morir aplastado bajo aquel tonel de carne, y él, con el hígado en los ojos, maldecía de su matrimonio.
            Pero su teatro de títeres salió ganancioso de aquel lance singular. Los muñecos se aventuraron por los terrenos de la tragedia, con el llanto goteado de sus ojos de cartón piedra, mediante un sistema de tubitos que alimentaban con una jeringa de lavativa metida en una palangana de agua. Sus títeres sólo habían reído y si alguna vez lloraron fue con muecas risueñas, sin la elocuencia del llanto, corriéndoles por las mejillas y anegando el piso del tabladillo de las alegres farsas con verdaderos ríos de lágrimas.
            Don Benjamín creyó que los niños llorarían con aquellas comedias picadas de un sentido de pena y su sorpresa no tuvo límites cuando los vio reír con más ganas, a mandíbula batiente, con más alegría que antes. Los niños reían de ver llorar... Los niños reían de ver pegar...
            —¡Ilógico! ¡Ilógico! —concluía don Benjamín.
            —¡Lógico! ¡Relógico! —le contradecía doña Venjamón.
            —¡Ilógico! ¡Ilógico! ¡Ilógico!
            —¡Relógico! ¡Relógico! ¡Relógico!
            —¡No entremos en razones! —proponía don Benjamín.
            —¡No entremos en razones! —aceptaba ella...
            —Pero es ilógico...
            —¡Relógico, vaya! ¡Relógico, recontralógico!
            Cuando doña Venjamón la tenía con su marido iba agregando sílabas a las palabras, como válvulas de escape para no estallar.
            —¡Ilololológico! —gritaba el titiritero a punto de arrancarse los pelos de la rabia...
            —¡Relógico! ¡Relógico! ¡Recontralógico! ¡Requetecontrarrelógico!
            Lo uno o lo otro, lo cierto es que en el teatrillo del titiritero del Portal funcionó por mucho tiempo aquel chisme de lavativa que hacía llorar a los muñecos para divertir a los niños.
            (西班牙留學(xué)網(wǎng)xibanya.liuxue86.com)
            感謝閱讀《如何學(xué)習(xí)西班牙語:西班牙語閱讀《總統(tǒng)先生》(8)》一文,我們精心為您準(zhǔn)備延伸閱讀:西班牙語學(xué)習(xí)技巧
            西班牙語沒有英語這么復(fù)雜的發(fā)音規(guī)則。他幾乎每一個(gè)字母都只有一個(gè)特定的音,我舉個(gè)例子,a這個(gè)字母無論何時(shí)都發(fā)“阿”這個(gè)音,e發(fā)“唉”(口型小點(diǎn),跟英語里的e差不多)。西班牙語只有一個(gè)音是比較難發(fā)的,那就是r這個(gè)字母,他發(fā)的是大舌顫音,其實(shí),西班牙語最難得不是他的發(fā)音,而是他的語法和動(dòng)詞變位。你一學(xué)就知道了,背的東西太多。還有,他的語速不是一般的快,你要做好心理準(zhǔn)備,和英語不是一個(gè)數(shù)量級(jí)的?。∥医ㄗh你最好提前買一本西班牙語看看,因?yàn)樗扔⒄Z難學(xué)的多的多 。
            1. 西班牙語屬于拉丁語系,比英語要科學(xué),是不要音標(biāo)的拼音文字,掌握發(fā)音規(guī)則后就能夠”見詞發(fā)音”。短短的入門,學(xué)的好,就可以地道流利地讀出所有的西班牙文章,這是第一關(guān)!西班牙諺語中把最難做的事情比做”學(xué)漢語”,可見有中文水平的人學(xué)西班牙不是成了最容易的事了?
            2. 西班牙語的小舌音,卷舌連續(xù)抖動(dòng)的r、rr是中國人的難點(diǎn),竅門有三。一、發(fā)音前多加上“德拉”;二、利用漱口的時(shí)候,多延時(shí)5分鐘——“嘟魯魯”;三、堅(jiān)持2-4周利用上下班和無人的時(shí)候,練習(xí)卷舌,以上三點(diǎn)定會(huì)讓你有“西班牙”味!還有些音是要聲帶鎮(zhèn)動(dòng)的,要注意!
             3. 掌握西班牙語動(dòng)詞的變位也是個(gè)要死記硬背,熟能生巧的活!他的變化是為了口語交流中大量的省略主語,口語的方便帶來的動(dòng)詞變位頭痛是每一個(gè)有志學(xué)好西班牙語的人要克服的難關(guān)。有人說:“流利地讀,熟練變位”掌握好了,西班牙語就學(xué)會(huì)了一半啊!初學(xué)者就沒有白學(xué)!你也知道了重點(diǎn)在哪里了,可以集中精力去攻哪一塊了。
             4. 有點(diǎn)英語基礎(chǔ)的人,會(huì)發(fā)現(xiàn)西班牙語單詞在多數(shù)主要單詞詞干上非常接近,這樣大家學(xué)習(xí)起來又省了些勁!
             5. 學(xué)習(xí)任何外國語,要以模仿開口為優(yōu)先,背會(huì)一句就應(yīng)用一句,這樣就算掌握了。不要,先糾語法一堆,就是不敢開口!講錯(cuò)了,因?yàn)槟闶峭鈬?,別人的背景比你大,所以人家仍然能聽懂你,就象外國人講漢語,即使很不準(zhǔn),你也能聽懂,搞明白,會(huì)原諒他的不標(biāo)準(zhǔn)的。膽子大是第一啊,有人說過,你學(xué)外語多數(shù)都不是為了當(dāng)電臺(tái)標(biāo)準(zhǔn)播音員吧,何況,即使母語能挑上當(dāng)播音員的又有幾個(gè)?降低標(biāo)準(zhǔn),抓住重點(diǎn),能繞開你學(xué)語言的誤區(qū)!
            2012年02月22日 《如何學(xué)習(xí)西班牙語:西班牙語閱讀《總統(tǒng)先生》(8)》來源于西班牙留學(xué)https://xibanya.liuxue86.com